La construcción de rascacielos es un símbolo:
De la riqueza económica de naciones y empresas que buscan destacar con nuevas joyas arquitectónicas y récords de altura. Pero para algunos economistas también son la calma que antecede a la tormenta, anunciando nuevas crisis económicas.
Las noticias sobre nuevos rascacielos impresionantes no paran de sucederse. Llegan de todas partes del mundo y ostentan al título de maravilla arquitectónica mundial. Pero no todo es oro lo que reluce. La revista de diseño Oobject ha recopilado hasta quince rascacielos que todavía duermen en la mesa de los grandes estudios de arquitectura. Entre todos éstos podemos encontrar cancelaciones y fracasos declarados antes de poner el primer ladrillo. Papel mojado de la más alta arquitectura.
Las noticias sobre nuevos rascacielos impresionantes no paran de sucederse. Llegan de todas partes del mundo y ostentan al título de maravilla arquitectónica mundial. Pero no todo es oro lo que reluce. La revista de diseño Oobject ha recopilado hasta quince rascacielos que todavía duermen en la mesa de los grandes estudios de arquitectura. Entre todos éstos podemos encontrar cancelaciones y fracasos declarados antes de poner el primer ladrillo. Papel mojado de la más alta arquitectura.
Las obras del Chicago Spire:
El que iba a ser el edificio más alto del mundo diseñado por Calatrava, han sido suspendidas, incluso después de haber sentado los cimientos y empezado las obras.
Con la obra parada, solo se puede observar el gran agujero para su desplante y cimentación.
La misma suerte.
Han padecido los grandes rascacielos que tenían previsto construir en Dubai. Ni el lujoso paraíso financiero de los Emiratos Árabes se ha librado de la crisis del ladrillo. De momento, ha quedado cancelada la construcción de las Dancing Towers, del Burj Al Alam y de las conocidas Dubai Towers, paraísos arquitectónicos de auténtico vértigo.
Nueva York, Moscú, Santiago de Chile o Londres. La mayoría de edificios que se habían proyectado, eran demasiado ostentosos y sobrecargados. Por no hablar de inventos como la Gwanggyo Power Centre o del rascacielos verde que quieren construir en la zona cero de Nueva York.
Y es que ya va siendo hora de apartar a un lado los proyectos utópicos de los arquitectos para ponerse a trabajar con los pies sobre la tierra. De momento, se encuentran en la etapa de edificios fallidos para la posteridad.
En sus estudios parece demostrarse que existe una correlación entre ambos factores, de forma que en épocas de crisis económica ha sido siempre usual la proliferación de anuncios de construcción de edificios que intentaban superar en altura a los ya existentes.
Se pueden identificar varios momentos en la historia, tal como lo cuenta Luz María Zambrana:
El primero ocurrió entre 1904 y 1909, cuando el Edificio Singer se alzó como el más alto en 1908 para luego ser superado por el Edificio Metropolitan Life el año siguiente. Ambos fueron terminados en medio de El Pánico de 1907, una de las mayores crisis financieras vividas por EE.UU.
Otro ejemplo son los edificios que marcarían nuevos récords de altura anunciados a fines de los años 20, en pleno auge del mercado de capitales. El edificio de Manhattan Company en el 40 de Wall Street (hoy Edificio Trump), el Chrysler y el Empire State fueron los heraldos de la Gran Depresión.
El tercer gran ciclo ocurrió 40 años después. Nuevamente el mundo vivió una expansión en la década anterior para entrar en 1970 en una fase de recesión y alta inflación que se denominó “stanflación”. Paralelamente, tanto en Chicago como en Nueva York se edificaba una serie de rascacielos que establecería nuevas marcas: Las Torres Gemelas y la Torre Sears.
En las economías de Asia-Pacífico tuvo lugar el cuarto auge en la construcción de edificios. Las Torres Petronas terminadas en 1997 fueron símbolo del milagro económico de Malasia. Sin embargo, ese año comenzó la Crisis Asiática.
“Ahora estaríamos viviendo el quinto boom con la nueva generación de rascacielos que están en construcción no sólo en los países árabes, sino desde China hasta Brasil”, afirma Thornton.
El propio autor, por lo visto, reconoce que ha habido otros momentos de dificultad económica en los que el patrón "rascacielos" no aparece. Aun así, resulta ciertamente curioso, a la vista de los acontecimientos actuales y de la profusión de nuevos proyectos arquitectónicos que surgen casi diariamente.
El ...Índice Rascacielos...
No significa que el tamaño de los edificios debe limitarse para que no haya crisis o que debe ser usado como guía para la política monetaria, afirma Mark Thornton en un estudio sobre la relación de los ciclos económicos y las edificaciones de gran tamaño.
Lo que sí sugiere es que ...
La causa tanto de que las construcciones alcancen nuevas alturas como de los ciclos económicos severos, está relacionada con la inestabilidad en la deuda financiera y que las instituciones que la regulan deben ser reevaluadas, o incluso remplazadas por otras más eficientes y estabilizadoras..., concluye el economista.
Publicado por:
Arq. Emilio R. Covelo.
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